Tengo una habilidad medio rara por la que sorprendentemente me pagan. 

 

Te cuento:

adrian iñiguez foto principal

Dos cosas rápidas.

Hay algo que se me da bastante mal.

Me cuesta horrores ponerme a hacer las cosas. Eso a lo que llaman Ejecutar.

Y no es pereza, siempre me he empujado muchísimo toda mi vida… Pero el hecho de tener yo que «materializar» lo que se me ocurre, me hace diluirme como un azucarillo.

Como si se esfumase la energía.

 

La segunda cosa, tiene que ver con una idea que igual te pasa, no lo sé.

Algo sobre lo que he ido observando estos años que la gente está muy harta. 

Me estoy refiriendo a esa percepción de estar haciendo siempre lo mismo que los demás.

 

Mismas estrategias de negocio, hechas de forma muy similar que terminan en un resultado muy similar: 

Sentirse ATASCADOS.

 

Que igual también es lógico por qué… ¿qué es lo que pasa cuando todo el mundo elige ir por la misma carretera, en el mismo sentido, en el mismo momento?

 

 

Justo esa respuesta es lo que le da sentido a esa habilidad de la que te hablaba que es…

 

Divagar.

(Ya te dije que era raro) 

 

Y quizás pienses… «JAJAJA pero cómo divagar va a ser una habilidad, si eso no le ha servido nunca a nadie.»

 

Eso mismo pensaba yo hasta que caí en ver con detalle este detalle:

 

Si en el camino de divagar, cuanto más divagas y más profundo llegas…

… más inexplorado es ese pensamiento…

Entonces, ¿no estarías llegando a un «espacio» donde estarías solito?

¿Donde no habría atascos, ni problemas para hacerte «hueco» para avanzar?

 

El problema es que justamente hacer este proceso mental que te cuento es algo que la mayoría rechaza, y yo también lo hacía, porque tenía un nombre:

Paja mental.

 

Pero, ¿y si realmente fuese hacer todos lo mismo la verdadera paja mental?

My friend.

Cuando divagas, conectando ideas que ya funcionan a nivel de negocio…

Lo que ocurre es que llegas a ideas con potencial de rentabilizar.

Y ese espacio es al que yo llamo oceano azul mental.

 

Primero lo logras en tu cabeza.

Y luego lo encarnan tus manos.


Por mi propia naturaleza, tengo muy desarrollada de forma innata la primera, la de divagar.


Si a eso le sumas que durante muchos años por pura necesidad y pasión he ido llenando mi espacio mental de ideas y experiencias de negocio casi a un nivel de locura…


Eso quizás explique que llegue a ver «más allá» en hacer campañas de Facebook Ads pero no sepa ni abrir el business manager, o que use modelos narrativos virales para las redes sociales pero no sepa ni configurar el Instagram o que haya vendido desde materiales de construcción, proyectos de realidad virtual, edificios sin todavía construir, estar detrás de alguno de los lanzamientos más grandes de lantinoamerica con influencers como Diego Dreyfus, Cesar Lozano…

 

Y aún así no saber muy bien ni cómo se sube una foto a Instagram. (no es broma)

 

Eso es justamente a lo que me dedico.

 

Me busco la vida para hacer crecer en ventas a las empresas.

 

Que si estás haciendo 6.000€ al mes en tu negocio (por decir algo) pueda encontrar la forma de hacer multiplicarlo. 

 

Y para eso trabajo con muy pocos clientes, ni soy ni me apetece ser una «fábrica», a los que aportarles un chorro de energía en forma de ideas que normalmente son invisibles a la mayoría.

 

Después,  en algunos casos los ejecuta el propio cliente y en otros nosotros (mi gran hermano es mi socio)

 

Si has llegado aquí por alguna publicación, recomendación, etc y quieres que divaguemos juntos a ver si nos apetece ir a más juntos, me escribes aquí: adrian@adrianiñiguez.com

 

Y si quieres probar de esa divagación, las escribo en mails a veces.

 

Solo cuando siento que valen la pena compartirlas.

 

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